Por fin es domingo (ya ni siquiera vale la idea del viernes). La semana tan estresante y larga se ha acabado y, por alguna extraña razón, quiero que vuelva a ser miércoles.

Entre otras cosas para volver a hacer el examen de mate algo mejor... aunque siempre hay cosas relacionadas con las matemáticas (y con sus profesores, y con los hijos de sus profesores...) que llegan a sorprender.

El miércoles fue el décimo aniversario de mi instituto y hubo una ceremonia bastante sencilla pero que quedo muy bonita y muy emotiva (jo, que se nos va Sara...). Sobraba un poco el discurso del Consejero de Educación cuando ya estábamos todos cansados de esa posición (ya podían habernos dado sillas con respaldo a los músicos lalala). Pero de todas formas fue un momento único y a pesar de que a mi todavía me quedan dos años (lo sorprendente es que no me dé pena, sino que me encante) más les vale continuar con la tradición que acaban de inaugurar.

Enlace a los artículos de los periódicos de La Nueva España y La Voz De Avilés para esa noticia (gracias a Pablo por ponerlas en la web porque estaba volviéndome loca para encontrar algo). A ver si paso un DVD para que me graben todas las fotos y los vídeos y cuelgo aquí alguna bonita (en la que destaque mi flauta azul, que fue el shock total).

Y el jueves llegó lo que yo más temía (que no, no era el examen de historia de la música): la obra de teatro. A partir de ahora intentaré evitar llevar tacones durante muchas horas seguidas cuando esté nerviosa, porque la estabilidad es muy mala. Como el jueves no era suficiente para nosotros se repitió el viernes.

La verdad es que ha sido una experiencia única y que a pesar de los fallos (unos por aquí y otros por allá nos saltamos varias cosas) fue realmente genial ver que la gente se reía y disfrutaba con algo que nos ha costado tanto trabajo. Creo que estaba allí la mitad del profesorado del instituto, la mitad de nuestra familia y todos nuestros amigos (todos los que viven aquí, claro). ¡Y las felicitaciones fueron constantes!

Para acabar con la semana cena ayer a lo friki total (y eso que no probamos ni una gota de alcohol y estábamos completamente desfasados) los de teatro, el editor de sonido (vamos, Pablo, era por darle categoría al trabajo en la obra...) y otro montón de gente que no sé porqué se acopló de buena manera. ¡Faltaba el director! ¡Ese Alberto!

Jo, que me felicitó hasta Corderito y el guitarrista. Esta semana no se va a olvidar nunca (sobre todo porque no quiero ni pensar en la cantidad de fotos que debieron de hacernos entre los dos días y el aniversario), ¡y además todos (paréntesis para mate) los exámenes bien! Mañana biología y adióóóóós. ¡10 días para Francia!

Ahora lo más gracioso es ver a mi hermana pequeña que se para en mitad del pasillo, se queda seria y grita "¡Ojo, no te estafen!" sacándose los bolsillos del pantalón para echarse a reír ella sola.