25.12.06

2007

Las Navidades siempre me deprimen un poco, pero sólo un poco. Supongo que simplemente partimos de que son lo que son, año tras año, aunque esté año me vea con muchas más fuerzas para combatir cualquier cosa que venga, que no será diferente de lo que se ha enfrentado a mí otros años en estas fechas.

Quiero creer que es porque el tiempo pasa y cambio, crezco y puedo con ello. De hecho, me enfrento a ello aunque luego salga un poco mal parada. Pero tal vez sea que este año sí que hay cosas que me hacen sonreír: esperanzas y sueños que realmente tengo para el año próximo o para los sucesivos, lo cual es un gran avance que no recuerdo de otros años.

De todas formas, los que de verdad disfrutan estas fiestas son los niños, y niños en mi familia hay unos cuantos. Soy la mayor y siempre lo he sido (normal), por lo que toda mi vida he estado con adultos (al parecer se nota) y creo que hay alguna relación entre esas cosas: que me encanten los niños y que haya pasado poco tiempo con ellos cuando tenía su edad.

Pues bien, adoro los niños y eso es fácil de ver ya que en cuanto veo un bebé me vuelvo loca. Y creo que la Navidad conseguirá tener algo especial mientras consiga ver a mi hermana pequeña ponerse medio histérica rodeada por todas partes de sus regalos. Lo que tiene ser la pequeñita, que regalos por decenas.

Si hay algo aún más clásico que la alegría de los niños pequeños en Navidad, son las abuelas. Esas personas que (al menos a mí) criaron a los nietos mucho más mimados que los hijos y que cuando les ven en estas fechas, lo único que saben decir es que siempre estás muy delgada, que nunca comes suficiente, que se nota que no duermes las ocho horas que deberías porque tienes ojeras (como si yo recordase cuanto hace que dormí ocho horas seguidas), que cuidado con los chicos y con Internet (mi abuela al menos está obsesionada con eso), que estudiar es importante pero que quien lo hace recibe su recompensa (dicho esto, te da la paga)...

Y, siendo las Navidades lo que son siempre, con las mismas conversaciones (tanto normales como incómodas), catar los vinos de mi abuelo, el árbol cargado de regalos, las cenas interminables de toda la familia que duran horas y horas y en las que quieras o no, comes demasiado... Esas cosas que nunca cambian, aunque yo tenga en la cabeza otras cosas volando.

Así que, simplemente, feliz Navidad.

3 Comments:

At 26/12/06 12:27 a. m., Blogger Kevin said...

Feliz Navidad a ti también.

Los niños... bueno, ni fu ni fa xD

 
At 26/12/06 10:39 p. m., Anonymous Anónimo said...

La navidad siempre suele deprimir un poco, cuando eres pekeño la disfrutas y mientras creces vas dejando de apreciarla. Es un tiempo para pasar en familia aunk muchas veces eso no es posible y las personas mas keridas no pueden estar a nuestro lado. Por eso terminas por olvidarse del tan famoso "espiritu navideño" y estas fechas pasan a ser unas simples vacaciones o una temporada de gran consumismo.Besos


Feliz Navidad

 
At 27/12/06 1:44 p. m., Anonymous Anónimo said...

son lo q tiene las navidades

 

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