8.12.06

El día clave

Un día por estas fechas es el típico día en el que las personas sin tiempo (es decir, yo) hacen todas las compras de Navidad que la gente con tiempo (es decir, no conozco a nadie, creo) hacen en una semana. Hoy ha sido ese día para mí.

El plan es salir por la mañana y empezar las compras, comer por ahí y seguir las compras, tomar un café (en este caso dos) y continuar con las compras y finalmente cenar e irse para casa porque ya no tienes ánimos ni para acabar las compras.

Además hoy ha sido el típico día en el que se aprecia el buen tiempo de esta zona (que nos ha acompañado todo lo que va de puente para que yo sea una buena chica y me quede en casa estudiando, pero es que ni por esas) y me ha dejado como recuerdo toda la ropa mojada y el pelo como si acabara de salir de la ducha.

Es el día en el que podrías hacer las estadísticas de la gente por metro cuadrado que se encuentra en cualquier supermercado o centro comercial en unos 50 km. a la redonda. Pero nadie se pone a pensar en el aspecto económico que eso podría suponer en el caso de proponerse hacerlo, ya que sólo se tiene ese día para comprar todo para todos.

Y hoy, como no, es el momento en el que la tarjeta de crédito acaba pidiendo a gritos que la dejes en paz. A la mía en realidad creo que le faltan unos tres euros para morirse, pero no la dejaré descansar en paz por mucho tiempo.

Lo malo de que las familias grandes (como la mía) se junten en Navidad es que al final, por mucho que digas que no, llegas a la conclusión de que todos regalan a todos y eso trae como consecuencia muchos gastos. Afortunadamente, una ya se conoce el plan y estaba preparada.

Cabe decir que el regalo más caro que he hecho es para mi hermana. Ya que no la dejan tener una mascota por falta de tiempo (curiosa respuesta) para cuidarla, la única solución que se me ocurrió fue la de una mascota que haga exactamente lo mismo que una de verdad, pero que vaya a pilas. Sonando así parece extraño, pero creedme, esas cosas ya existen, y son bastante caras...

No creo que haga ninguna gracia que el perrito se ponga a llorar por las noches porque quiere mimos, pero siempre queda la solución de coger un destornillador y quitarle las pilas.

Suerte con las compras.

1 Comments:

At 10/12/06 10:26 a. m., Anonymous Anónimo said...

Yo dejaría que llorara, ya se cansará y/o se le gastarán las pilas.

 

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