16.1.07

Down The Dust

Las obras son horribles. Cuando a mi madre se le ocurrió la brillante idea de cambiar las ventanas dobles por unas normales y nuevas (sigo diciendo que es para limpiar menos) con el supuesto beneficio de que con las de ahora, al tener ya unos años, se escapaba más calor y no está el panórama del petróleo como para andar gastando (esto último lo digo yo, que la conversación de la súbida de la bolsa Bielorrusa ahora está de moda).

Pues a pesar de que las obras son horribles, las obras se hacen. Y provocan que yo lleve desde el domingo sin ordenador propio (pero no sin él, ese es un sacrificio demasiado grande...) y prácticamente sin habitación. Llevo un par de noches sin poder dormir en casa, afortunadamente aún no me han echado porque si no dormiré entre el polvo. Porque sí, la característica principal de todas las obras, sean del tipo que sean es el polvo: la cantidad de polvo que se genera se junta con la que ya había de por sí en actitud de reposo y aquello podría ser una playa si no fuera porque no es arena.

No es que yo sea una obsesiva de la limpieza porque hay que admitir que a veces me da mucha vagancia ponerme a limpiar, pero lo hago. Y me saca bastante de quicio no poder andar por mi propia casa porque está llena de obreros, no poder ni abrir mi armario para cambiarme de ropa (de hecho, tampoco me puedo cambiar de ropa en casa porque actualmente no hay privacidad), y bueno, porqué no decirlo, no poder ni estudiar en casa... Pero lo peor de todo es el polvo. Suelo andar descalza por mi casa (vale, en calcetines en invierno) y ahora no puedo. También está lo de que de pequeña era "alérgica" al polvo, con lo cual ahora cada vez que entro en casa me paso el día tosiendo.

Total, que con este panórama y que lo veo todo tan desastrosamente ordenado (al parecer está ordenado, es como esos órdenes sobre un caos que sólo una persona entiende y en este caso no soy yo), me desespero un poquito y me marcho de casa sin haberla pisado casi. Y entonces llega el momento de plantearte: "Vale, ahora está todo hecho un desastre, ¿pero qué pasará cuándo mañana (porque va a ser mañana o yo monto una huelga) acaben de poner todas las ventanas?"

Y esa pregunta te la haces porque ya sabes la respuesta: limpiar, limpiar, limpiar y limpiar. Entonces sí que llega el agobio. Porque una cosa es pasarte toda una semana en la que casi no pisas tu casa porque no hay quien entre, y otra muy diferente pasarte la siguiente allí limpiando y colocando muebles, porque mi ordenador ahora mismo está buceando entre capas y capas de polvo, mi cama tiene encima todos los posters y cuadros que había en mi cuarto, tapados con plástico (porque yo no podía dejar que se mancharan, estropearan o que les dieran un golpe y adiós) etc.

Creo que los únicos muebles que se mantienen en su sitio en toda la casa son los de la cocin (porque claramente no hay otro remedio) y los armarios muy grandes, porque no hay fuerza para moverlo. Ayer me pasé más de media hora intentando coger un par de libros de mi estantería, con la triste convicción de que mis pobres libros y mi música también ha sufrido el duro peso del polvo sobre ellos. Más que limpiar. Así que si alguien lee esto y está pensando en un solo momento en hacer una obra de estas u otras dimensiones que haga dos cosas:

1) Si no eres una persona paciente, simplemente no lo hagas.
1) Que no lo hagas cuando tengas que trabajar o ir a clase, porque así se te acumulará todo y cuando te pongas creerás que te vas a volver loca.

Estos consejos me parecen muy prácticos. No sé, me parece que entré la semana pasada y ésta (que me estoy pasando la mitad en casas ajenas y de la otra mitad estudiando o en el hospital) no hemos empezado el año con buen pie. Afortunadamente hoy es martes y los martes sólo indican una cosa: Hoy es noche de House y aunque no sea mi casa, el mando esta noche tiene que ser mío, es sagrado.

2 Comments:

At 16/1/07 9:42 p. m., Blogger Kevin said...

Dios, no me acordaba de House, pero me temo que no lo veré porque tengo que hacer un mini trabajillo y me queda bastante, así que señor Greg, en todo caso, veré un sólo capítulo mañana por la tarde (si es que FOX todavía hace eso) o en el fin de semana.

Por cierto, en Canal+2 también daban "Los dos lados de la cama", asíq ue no sé qué hacer, tú.

 
At 17/1/07 10:18 p. m., Anonymous Anónimo said...

Todo tiene un lado bueno y el de las obras es que siempre está el típico obrero macizorro.
Besitosssss!

(qué chulo House y qué diosa Cameron!)

 

Publicar un comentario

<< Home