El miércoles se celebró en Gijón (Asturias) el "Primer Encuentro Musical De Centros Educativos... De Asturias", claro...

En otras comunidades ya se habían celebrado otros antes, pero más vale tarde que nunca por nuestra parte. Por supuesto nuestro instituto fue (y yo con ellos).

He de decir que como instituto (en plan instalaciones etc.) somos lo que se denomina "un poco cutres" y lo digo con todo el respeto y el cariño posible hacia mi instituto, que es un lugar en el que he pasado muchas horas de mi vida, unas cuantas que me quedan y al que le tengo mucho aprecio, pero es cierto. Somos cutres a más no poder. Creo que cuando repartieron el presupuesto de educación se olvidaron de que existíamos.

Pues bien, a pesar de ser cutres sabemos lo que es la música, nos encanta (de hecho creo que es una de las únicas cosas que tenemos en común casi todos los estudiantes de ese instituto) y queríamos demostrarle al mundo de que a pesar de no tener presupuesto sabemos y queremos hacer cosas.

Ya he perdido la cuenta de cuántos meses llevábamos practicando y no quiero ni imaginarme la de horas que habrá invertido (que no perdido) mi profesora de música para sacar todas las partituras, organizarnos y evitar que aquello fuera un desastre aunque ella misma estuviera mucho más nerviosa que nosotros mismos en el concierto.

Nos denominaron "cañeros" y nos pusieron de los últimos. Creíamos que sería para despertar a la gente y creo que no éramos verdaderamente conscientes de lo que ibamos a hacer. Las primeras actuaciones nos subieron mucho el autoestima ya que eran muy lentas y tranquilas, y apagadas (que no fáciles ni cutres, al menos todas). Y de las últimas ya ni nos enteramos porque nos apetecia correr al escenario.

Nosotros ibamos con el "Speak Up Mambo" de Manhattan Transfer y con "Corazón Espinado" y creíamos que nos ibamos a comer a todo el público. No sé, creo que no lo hicimos mal. Creo que lo hicimos muy bien, que nos adaptamos a los sustos del camino y que a pesar de que queríamos matar a los técnicos de sonido por fastidiarla un poco, entendemos que son alumnos (pero no los aprobaríamos si fuera decisión nuestra).

Y hoy ha sido "El día del plan" (uy, que metafórico me ha salido y me lo acabo de inventar). En un día de ensayo, por la tarde, cuando volvíamos a casa, a mi amiga Sara (García, por si no sabéis cuál) y a mí se nos ocurrió que podíamos hacerle un regalo a nuestra profesora de música (que se llama Gema porque no pienso poner constantemente "nuestra profesora de música") por haberse portado tan bien con todos nosotros desde siempre y por estar organizando todo esto a pesar de que la estaba agobiando un montón. Y todo el mundo estuvo de acuerdo.

Lo organizamos todo, lo pensamos, recaudamos el dinero, hicimos que la gente firmara la tarjeta, compramos los regalos, encargamos las flores, envolvimos los paquetes,... y esta mañana se lo hemos dado. Nos ha costado mucho trabajo acabarlo todo a tiempo, pero sabemos que a ella también le costó mucho trabajo organizarlo todo y tan sólo por la expresión de su cara al recibir la sorpresa de los regalos ha merecido la pena.

A parte, sé que he salido en un periódico porque me hicieron a mi y a mis amigas una entrevista y una foto pero aún no sé dónde he salido porque en el periódico en el que supuestamente salíamos no he encontrado ningún recorte ni nuestra foto.

Respecto a Gema, como Sara me dijo "nadie había tenido esos detalles con nosotros". Y personalmente, no sabe la razón que tiene. Todo lo que luche este año para poder coger música como asignatura ha valido la pena y mucho más también la habría valido. Y una cosa puede estar muy clara, nunca olvidaré ni la letra de esa canción, ni las notas... Poco más y sueño con ello.

Así que, le dedico este post con su título incluido a todas las personas increíbles que han hecho posible que estuviéramos allí demostrando de lo que somos capaces y gritando de dónde somos, por si no quedaba claro.