Ya que seguramente la gente me volverá a decir que estoy exagerando, que sepan que tal vez lo esté haciendo una vez más en mi vida, pero lo he hecho por cosas que son mucho menos importantes y que no venían tan seguidas. Además, esto ya es un asunto personal.

Definitivamente, como ya habíamos pensado somos un poquito gafes. Porque tenemos una mala suerte que da verdadero asco. Si tenemos un 50% de posibilidades de estar contentas, no solamente nos toca el otro 50% que, además de no estar contentas, nos fastidia bastante porque no es una de esas experiencias que nos guste repetir. Más bien es de esas que repiten solas pero no de forma agradable.

Así que, no estamos contentas, aunque yo sea la que más lo manifieste. Por lo de siempre... porque soy así, no paso del tema, y me revienta que venga alguna idiota (no tiene otro nombre) del Científico-Tecnológico alardeando de algo que ha conseguido gracias a mi insistencia para que me tocara a MÍ y a los de Humanidades. Eso es ser egoísta, pero es la primera vez que envidio de alguna forma a esa persona y me revienta aún más que la situación en la que estamos. Porque decir que no le toca a nadie es mejor que pensar que por una causa de buena o mala suerte no te toca a ti.

Ese es mi día de hoy, dejando de lado el día de ayer que fue mañana de discusiones y tarde de lluvia con lo cual adiós al concierto de Nena Daconte porque no había quien aguantara allí con la que estaba cayendo.

Si es que llevo unos días que dan asco. Ahora entramos ya en el curso en sí (aunque la Escuela Oficial de Idiomas no empieza hasta finales de mes o principios de octubre) y hay que acostumbrarse a las nuevas situaciones. Y dejar de huir por los pasillos... porque algún día tendré que decirle algo (otra vez). Mientras me aclaro me voy.

De momento y para des-deprimirme hoy, después de pasar las dos horas obligatorias hasta que tenga exámenes o clases decentes (¡venga, venga, venga!) a la tienda a trabajar un poco, y luego, mis encantadoras amigas me van a llevar a la "cafetería fashion" a probar cafés raros y a comer tirámisu con chocolate caliente por encima... Con música de fondo y a hablar de nuestras cosas un poco en general viendo que no para de llover.