26.11.07

El gen evolutivo (1ª parte)

Cerró los ojos. Nada sabía del futuro insondable que la deparaban sus acciones. Tampoco importaba. Escribir una frase más, dar un consejo más o pararse a pensar en si era lo correcto. Se habían convertido en seres vengativos. Poco quedaba en sus almas de humano. Aún así, el instinto de supervivencia prevalecía por encima de todo lo demás. Sus pies, descalzos, temblaban sobre el frágil suelo de madera.

Hacia mucho tiempo, cuando sólo recordaba ser una niña más, apareció un hombre en la televisión. Un hombre de bata blanca que había descubierto algo increíble. Las personas se arrodillaban ante él pidiendo protección y ella, con la boca abierta por la sorpresa, pudo observar como en el país más avanzado del mundo un simple análisis de sangre podía excluirte o incluirte, darte el derecho a vivir o el de ansiar huir.

Pronto los análisis se extendieron hasta hacerse obligatorios. Se hacían en las escuelas y en las oficinas, en los ayuntamientos o al presentarte a unas oposiciones, cualquier visita al médico era razón para ello... Había empezado un nuevo holocausto. Pero ahora, la religión, la raza o una idea no importaban. Todo se había convertido en un caso estrictamente genético: no tener el gen te daba derecho a sobrevivir en la sociedad.

De los cadáveres no se mencionaba nada. El tabú no era cuestión moral, sino real. Los entierros desaparecieron: cuando las personas morían el gen no se podía localizar con ningún análisis, con ninguna prueba, desaparecía con su alma. Aquellos no registrados no tenían derecho a ser enterrados y aún quedaban muchos por registrar. La única posibilidad para éstos sin denominación médica era una incineración común.

Ella pronto descubrió que lo tenía. Ni en la televisión, ni en la radio, ni en ningún medio informativo se hablaba de ello. Nadie sabía porqué se estaban realizando los análisis. Pero todos veían las piras. Nadie sabía que estaban buscando y, al mismo tiempo, todos tenían una cierta certeza de que querían acabar con algo diferente al ser humano. Algo que, sin embargo, había formado parte de una pequeña parte del total de la población desde siempre.

Querían acabar con una nueva faceta de la evolución, que había dado su último paso a comienzos del siglo XXI. Se había perfeccionado y se había vuelto tremendamente peligroso. Ella no conocía los detalles de esos cambios, sólo supo que, cuando los análisis se acercaban a su zona, sus padres la enviaron lejos, a un lugar perdido y oculto, con los suyos...

1 Comments:

At 26/11/07 7:56 p. m., Blogger Javier Pellicer said...

uau. No tienes nada que envidiarme, Lyra. menudo inicio de historia. Me ha recordado a la peli Gattaca, o incluso a un relato mío que tengo colgado en una web de relatos y que pronto colgaré aquí. Lo de la evolución es un tema que me entusiasma. Tu descripción incluso me recuerda agradablemente a la persecución a la que se ven sometidos los mutantes en los comics de X-men. Espero con ansias la continuacion.

 

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