12.11.07

Filmando ficción

Ayer me dí cuenta de que no debería estar escribiendo un blog. Que cuando acabe no debería ponerme a estudiar para mis exámenes, leer un libro que tengo pendiente o hacer cualquier cosa medianamente responsable. Porque hoy nos han obligado a ver una película acerca de adolescentes y siento decir que estoy muy equivocada con el papel que debería representar a vistas de la sociedad.

Yo no debería dedicarme a pensar en mi futuro sino irme al parque a sentarme en la parte alta de un banco aunque haga frío, me aburra y me congele. Porque eso es lo que yo debería hacer a ojos de la sociedad y con un cigarrillo en la mano. Esa sociedad que intenta representarnos en películas.

Ni siquiera debería hablar como lo hago: debería incluir muchas palabrotas, "joder" en cada frase y "cagarme" textualmente en toda mi familia y profesores varios. Escribir puede que ni siquiera tuviera que hacerlo: no hay razón para ello, para expresarme puedo gritar en medio de la calle. Pero en el caso de que lo hiciera sería sin tildes, teclear todas las letras sería una perdida de tiempo, y de hablar otros idiomas ni contar. Qué aprendan ellos el mío, no te jode.

Debería vestir diferente también. Beber y fumar algo más que tabaco todos los sábados o en cualquier momento en el que mis padres no me vean. Seguir diciendo tacos, liándome con todo bicho que se mueva y contestando mal al mundo por existir.

Si es que el problema es mío por no comprender la visión que el mundo tiene de nosotros. Esa visión que representa en todas las películas que supuestamente van de adolescentes. Como si todos viviéramos en barrios marginales rodeados de delincuencia y, lo que es peor, no quisiéramos hacer nada para remediarlo y decidiéramos colaborar. No vivo en Beverly Hills, pero siempre hay elección.

Por mucha gente así que haya en el mundo no creo que sea buena idea representarnos a todos como tal. Se ve que nos perjudicamos a nosotros mismos y que sólo nosotros podemos cambiar el parecer que tienen los demás. Pero todos aquellos que tal vez queramos cambiar eso no tenemos una cámara de video y la posibilidad de colocar DVDs en la estantería de un videoclub.

Me alegro de tener un poco más de cerebro que los de esa película y también un poco más de cerebro que el que recomienda esas películas estúpidas para las horas de tutoría. Tal vez él fuera así pero está claro que yo y tanta otra gente que conozco, no.
No somos estúpidos. No somos manipulables. Y sobre todo, no somos como muestra la ficción.

1 Comments:

At 13/11/07 11:37 p. m., Blogger Ana Vázquez said...

Lo que más me duele es que el guión de esa película ha sido escrito por personas que han pasado por la adolescencia.
"Bendita adolescencia", creo no a ciencia cierta porque me queda toda la vida por delante, pero creo que la adolescencia es la mejor etapa de nuestra vida y hay que disfrutarla a topa, nos podems estresar, nos podemos sentir libres, soñar y expresarnos como queramos y estamos expuestos a críticas todo el tiempo, está claro pero el 98% de esa película no tiene fundamento, si algo he aprendido en estos años de mi vida es que las cosas se hacen con sentido y respaldándolas con pruebas y los adolescentes no somos así, o al menos porque lo sea alguien no lo somos todos. ¡cómo les gusta generalizar y sobre todo hacer que nos durmamos a 1ª!

Besitos

¡cuéntamelo!

 

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