2.11.07

Lazos Zapateros

Todo el mundo sabe, a estas alturas del consumismo, que la Navidad empieza en noviembre para el Corte Inglés, digno inventor de estas nuestras fiestas. Lo que es probable que mucha gente no sepan es que para mi madre y/o su tienda, también.

Estamos a 2 de noviembre y mi madre ya ha comprado todo lo que va a necesitar para las Navidades: desde los numerosos productos naturales que, lógicamente, se dedica a vender (tiene una dietética, parafarmacia, herboristería etc.) hasta las cestas o los baules donde irán dichos productos, las cintas de colores para hacer lazos... Si es que por comprar tiene hasta reservas de celofán.

Todo esto implica que, hoy mismo, yo haya empezado con las cestas de productos de regalo para estas próximas Navidades. De pequeña me gustaban mucho las Navidades por los regalos, cuando crecí un poco me seguían gustando porque, para que mentir, seguía teniendo muchos regalos, pero me empezaba a agobiar un poco por las eternas cenas familiares. Cuando llegué a lo que mi abuela llama "la edad del pavo" (que para ella es un período no concreto y muy, muy largo) llegué a la conclusión de que los regalos no compensaban las Navidades y, ahora que sé las Navidades que me esperan, las deseo con tanto ahínco como a los exámenes finales de junio. Puede que incluso estos tengan más puntos.

En el fondo me lo paso bien, porque me rio mucho y cuando estoy en el almacén preparando cosas o estoy con alguien (porque somos más de una explotada, ¡y no nos libraremos!) o escucho casi toda la música de mi iPod, que es mucha, cosa que también me encanta. Pero, como todos los trabajos del mundo, tiene cosas malas. Una de ellas es que son demasiadas horas y acabo, no textualmente pero casi, muerta. Este año, además, promete, porque todo el mundo piensa mandar trabajos o deberes para las vacaciones. Afortunadamente ya he convencido a alguien (sí, la de siempre) para que me vaya dando el trabajo y vaya avanzando, porque si no...

Ahora, leyendo la Odisea para ganar tiempo al tiempo, me vuelvo a imaginar los cientos de lazos zapateros del año pasado (Inés, si lees esto, ¡no volvéremos a hacer esos lazos!), el relleno de los baules blanco pegado por todo el cuerpo, incluido el pelo y, sobre todo, el papel de celo para cubrir las cestas de regalo: con mariquitas y hojas verdes. Volveré a soñar con las mariquitas... ¡qué asco!

Así que, una sola petición para los compradores: no vayáis el 31 de diciembre a las 23:20 a comprar, por favor, que yo también quiero comer las uvas en casa y el año pasado casi no llego. Que no son normales esos horarios, en serio. Si no os da tiempo, hacéis lo que todo el mundo: un cheque regalo del Corte Inglés (de nuevo) que por algo los inventaron y a los niños les hace mucha más ilusión sentirse con dinero.

1 Comments:

At 3/11/07 8:50 a. m., Anonymous Anónimo said...

ola! a ver si te conectas k me tienes k decir lo del juicio de paris y llevo aki desde las 8 y media de la mañana y estoy con ese trabajo tan corto el pobrecito!!!XD!toy super agobiada! y na más k decir bueno ah sobre el post ke un año más te echaremos de menos en la cabalgata! sabes ke me encantan las navidades! ekipo fun fun! te dejo y conektate ya! besitos voy a mirar lo del cine!

te kero!

alu

 

Publicar un comentario

<< Home