24.11.07

Pleure

Noté mi cuerpo frío entre sus brazos. En sólo un segundo todas las sensaciones anteriores se habían esfumado dejando paso a un frío desolador. No sabía que estaba pasando. Tan sólo noté frías lágrimas corriendo por mi rostro. Yo no podía estar llorando. Un minuto antes había borrado la complejidad de mi vida. Había dejado de pensar en pros y contras y me había entregado para lograr que la vida fuera un poco más fácil, sencilla... Para lograr que todo fluyera tal y cómo debía hacerlo. Al instante siguiente, la realidad había llegado a mí como un salto hacia un abismo: rápido y doloroso.

No estaba llorando. Él tampoco. Si volvía a tener algo en común con sus predecesores era eso: las lágrimas, las disculpas o las sensaciones cálidas en momentos cruciales no eran una de sus características. Por alguna razón nunca los elegía así. Tal vez ya hubiera bastante de todo eso dentro de mí. Si no era él, si no era yo... miré hacia arriba: hacia un cielo inmenso, gris oscuro, cada vez más oscuro que iba a ser negro. El atardecer se había borrado por una tormenta que ansiaba llegar para hacerme despertar. Pero esta vez no estaba soñando.

Estaba allí, de pie bajo una lluvia que caía fuerte. Tan fuerte que no me permitía verle con claridad. En un momento determinado me soltó y tan sólo asiéndome por una mano tiró de mí. Una vez más, no cedí. Había una sensación extraña en el ambiente que me impedía moverme. Me sentía tremendamente mal y tremendamente bien a la vez. Corrió a resguardarse mientras gritaba mi nombre. Se estaba equivocando de nombre y yo no pensaba contestar.

Quería seguir bajo esa lluvia densa y fría y no me importaba lo que pensara. Mi pelo había perdido sus rizos, caía liso, pesado, mojado, brillante... Toda mi ropa, poco a poco, se iba adhiriendo, con el agua que caía, a mi cuerpo y yo sabía que en un determinado momento dejaría de darme cuenta de ello. Abría los ojos incesantemente para no ver nada y verme obligada a cerrarlos. La ropa me pesaba y me sentía cansada, muy cansada. Habría podido echarme en el suelo y dejarme llevar, pero volvió y me abrazó por la espalda para pedirme suplicante que me resguardara de la lluvia junto a él.

Cuando sus brazos recorrieron mi cintura, recordé el porqué de esa sensación extraña: llovía como cuando yo era una niña y corríamos juntos por ese mismo parque. Cogidos de la mano. Abrazados. Como ahora. Ansiaba decírselo y pedirle que también lo recordara. Aunque ya no fuera lo mismo, por el hecho de recordarlo... sólo por ello.

Sólo que él abrazaba a otra persona. Yo, incrédula, también. Había vuelto a decidir la forma más compleja y había dicho que no para que nada fuera fácil, que nada fuera sencillo, para pensar en algo más que en mí y para conocer la realidad de la vida: siempre acaba lloviendo y llevandóselo todo.

4 Comments:

At 25/11/07 10:36 a. m., Blogger Ana Vázquez said...

Empiezo a odiar que pongas los títulos en francés. Creo que entiendo parte del texto, pero es algo confuso.
Pásate por el mío, escribí una cosa que te va a gustar. Tenemos que hacer una excursión. Yo lo dejo ahí. Besitos!!!

Alu

 
At 25/11/07 2:23 p. m., Blogger Lauryna said...

umm no entiendo nada....unnnnn o si? :S no no, ya me contaras ayer tube q irme sorry

 
At 27/11/07 12:25 p. m., Anonymous Anónimo said...

a ver lo entendi todo eh?

no en serio, es muy bonito... muy emotivo y triste!!!

Pero, sinceramente no entiendo el real sentido del relato...

Bueno, que ya queda menos para las vacaciones, y para tu viaje. Te has dado cuenta que si le cambias las vocales a viaje queda vieja?? Paranoia mental xD

Bueno me despido wapa

Besines!!!!!

TKM
--anita--

 
At 28/11/07 5:33 p. m., Blogger Ana Vázquez said...

Cada vez descubro más cosas nuevas de este texto. Dentro de una hora voy a Correos...al fin!! Una cosa ¿quién abraza a quién? Quiero que me expliques cada linea de este texto. Es algo confuso créeme. Además a ti no te gustaba que lloviese????????

Dejémoslo ahí!!!

Xau

 

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