30.12.07

Rebel Heart

Llevo unos días un poco pensativos en mis momentos libres acerca de qué voy a hacer con violín. Yo toco el violín y tengo una profesora encantadora que no me echa la bronca cuando sabe que no ensayo casi nada. Pero no es porque no quiera.

Me encanta tocar. Me costó mucho lograr ir a clase, tener mi violín etc. así que lo considero un gran privilegio, pero a la vez me frustra muchísimo cuando sé que debería ensayar si quiero mejorar, que podría avanzar más rápido y luego me frustro cuando no acabo lo que tengo que hacer si ensayo o cuando no puedo, no sé, quedarme mirando al cielo durante 10 minutos, respirar, descansar, pensar en mí.

No es por estar agobiada. Siempre he hecho muchas cosas y me han agobiado y no las he dejado. Al final sí, por una cosa o por otra, porque me dejaban de gustar la mayor parte de las veces. Me da hasta pánico pensar que algo que me gusta tanto y que me hace sentir tan bien (nada como tocar para olvidar todas esas cosas que no se quieren ir de la cabeza) voy a acabar odiándolo.

No me gusta no tocar cuando debería hacerlo. No me gusta hacerlo cuando tengo otras prioridades por hacer. Pero lo adoro. Me siento orgullosa de ello y me confunde.

Todo esto viene porque a parte de tanto pensar he tenido una sensación extraña. Cuando estaba pensando en qué hacer, he hablado con una amiga que también toca y me ha dicho que un chico, del cual hacía siglos del que no sabía nada, le ha dejado un mensaje: "Nunca dejes de tocar".

No creo en las señales, en el destino o en cualquier cosa semejante. Simplemente me ha parecido muy curioso que mientras yo estoy intentando tomar esta decisión a alguien que yo conozco le digan eso, se lo pidan.

Ni siquiera sé que es lo que quiero en este caso, que será mejor para mí, para mi conciencia, tranquilidad, creatividad... No sé, pero tengo que decidirme ya.

2 Comments:

At 31/12/07 1:21 p. m., Blogger Javier Pellicer said...

en realidad, es muy sencillo: si te gusta, si te apasiona y te llena, nunca dejes de tocar. Todo depende de las sensaciones. A mí me pasa igual con lo de escribir. Me encanta, pero a veces tengo bajones (por pereza, por desánimo o por estrés) y mi rimto decrece (a veces, como en estos días, dejo de escribir casi por completo). Pero luego siempre vuelvo a lo mismo... las ganas de escribir renacen y me digo que si tanto me apasiona, no puedo dejar de hacerlo, pese a quien pese, o pese a lo que pese.
Bueno, preciosa, me despido. FELIZ 2008!!!

PD: he colgado en mi blog el relatito que leyeron el otro día por la radio. No veas que ilusión me hizo!!! ya te avisaré cuando esté colgado para su descarga.

 
At 2/1/08 4:35 p. m., Blogger Ana Vázquez said...

Yo te apoyo en lo de tocar, pienso que lo necesitas y que te llena. Así que ya sabes a tocar...no lo dejes!!!

Y si otra vez te vuelven las dudas...pues ya sabes a ver August Rush, una película que nos habla del poder de la música!!Fantástica!!Te la recomiendo!!

He empezado a estudiar soci y ahora que teng un ratillo libre creo que te voy a escribir un e-mail, te tengo que aclarar algo...

 

Publicar un comentario

<< Home