24.1.08

Con un pijama de rayas

Es un artículo de opinión para un trabajo y una recomendación de lectura:

Cuando comienzas este libro ("El niño con el pijama de rayas") te preguntas porqué un libro corto, narrado de forma tan sencilla, casi infantil, está siendo tan bien recibido y nominado a tantos premios. Porqué todo el mundo, ya sean niños o adultos, lo lee, y les gusta, y lo recomiendan.

Es una forma muy diferente de relatar el Holocausto judío, tal vez nunca vista antes. Es la visión de un niño alemán, uno de tantos otros, que está obligando a ponerse recto, alzar su brazo derecho al frente, juntar los tobillos y decir con voz alta y clara “Heil, Hitler!”, aunque todo eso no signifique más que una obligación a acatar.

Es la visión de un niño que no entiende porque todas las personas que hay detrás de la cerca no pueden pasar a jugar a su lado o él al suyo y que ve con horror como son tratadas estas personas en su propia casa, enviados tan sólo para trabajar y servir, incluso por su propio padre, al que considera tan bueno. Un niño que es incapaz de decir correctamente Führer, Auschwitz y tantos otros nombres alemanes, confundiendo a cualquiera que no sepa de qué está hablando…

Pero sobre todo podemos ver la realidad y el aprendizaje de un niño que no entiende lo que ocurre a su alrededor, que es la duda en ese mundo nazi de disciplina y orden. Frente a la visión clara y lógica del Holocausto que nos ofrece, por ejemplo, “El diario de Ana Frank”, nos encontramos con un libro simple, que intenta enseñar sin obligar a adquirir los conocimientos, que pretende que algo así no se olvidé sin recordarlo del todo.

Un libro que merece la pena leer, con un final claro y trágico que marca, que da que pensar. 217 páginas que dan una respuesta a todos esos Schmuel y a ese único Bruno que desaparecieron hace ya más de medio siglo.

3 Comments:

At 24/1/08 7:20 p. m., Blogger Eduardo Arias said...

Coincidencias. Casualidades.
Acabo de leer un suplemento semanal de 21 de octubre de 2007. Habla del famoso libro. Abro tu bitácora. Hablas del libro.
Coincidencias. Casualidades.
Tengo una amiga para la que esta simple anécdota ya le serviría para abrasarme -otra vez- con su teoría de la predestinación. Por fortuna, yo sigo pensando que son coincidencias, casualidades.

 
At 24/1/08 10:08 p. m., Blogger Ana Vázquez said...

A mi me encanta este libro, te lo he dicho mil veces y francamente parece ser uno de los mejores de la lista.

 
At 24/1/08 10:22 p. m., Blogger la cocina de frabisa said...

Me ha gustado mucho tu comentario sobre el libro. No lo he leído, pero esto será pasado sin tardar mucho. Sólo una objección, no hay libros simples si nos atrapan, si nos transmiten, si nos entretienen y según dices, éste parece cumplir esas básicas. Gracias por la recomendación

 

Publicar un comentario

<< Home