8.2.08

Déjà vu

Con el paso del tiempo descubres que es difícil no escribir sobre ti aunque ya te lo habían dicho hace bastante tiempo. Es curioso. Ni la tercera persona, ni el narrador deficiente, ni acaso una historia que acabes de leer podría estar alejada de ti, ya que con el simple hecho de leerla la asimilas a tu opinión y a tus creencias.

Si lo escribes es porque lo piensas y si escribes lo contrario para parecer ajeno a tus pensamientos seguirá siendo la oposición a ti y, por tanto, tu mismo. Si lo lees y lo razonas siendo abstracto será parte de ti, si lo niegas o rechazas también, ya que será una experiencia más. Todo está regido por tu opinión, por ti mismo, como algo inexorable y firmemente arraigado que mata la originalidad.

Tampoco es que la originalidad exista. A veces tienes la sensación de que la originalidad literaria murió con el Lazarillo de Tormes. A nadie se le había ocurrido hacer evolucionar a su personaje para que pareciera real. A partir de ahí, la originalidad fue muriendo aunque ya antes los poetas épicos griegos intentaron clavar su cuchillo.

Como el Lazarillo otras tantas intentaron asestar el golpe final. ¿La Regenta? Gran golpe. Pobre Ana Ozores que mató otro poco de la originalidad que había sobrevivido hasta el siglo XIX a base de describir las piedras de una iglesia de una calle de Oviedo.

Los polvillos de originalidad supervivientes a tantos siglos de holocausto continuo parecieron rendirse ante El Señor de los Anillos y ya ni siquiera un breve y tafio retazo de ti mismo, fruto de tu paranoia mental, consigue que un texto, unas palabras ligadas sin ton ni son, respiren originalidad ya que todo te parece conocido, parte de ti. Un déjà vu extraño que enlazas a otra obra.

¿Habrá muerto la originalidad literaria o alguien conseguirá escribir algo totalmente distinto a lo anterior? ¿Te gustaría leer algo totalmente único?

5 Comments:

At 8/2/08 9:43 p. m., Blogger Tania said...

No sé si has leido alguno de estos, pero te voy a recomendar mi lista de libros únicos, a lo mejor te gusta alguno. Van por orden de gusto:

Molloy de Samuel Beckett.
Acostarse con la reina y otras delicias de Roland Topor.
Historias de cronopios y de famas de Julio Cortázar (o cualquiera de sus relatos).
Demian de Herman Hesse (también Siddartah o El lobo estepario).
Océano mar de Alessandro Baricco.
El Aleph de Jorge Luis Borges.
Nieve de Maxence Fermine.
La cantante calva de Eugene Ionesco.
Un mundo feliz de Aldous Huxley.
1984 de George Orwell.
Crónicas marcianas de Ray Bradbury.
La tregua de Mario Benedetti (el único libro con el que he llorado en mi vida). También recomendables a tope sus relatos breves.

Creo que Molloy es lo más diferente a todo lo demás que he leido.
Pero bueno, creo que con la literatura pasa como con el cine, que hemos nacido cuando ya estaba todo inventado, demasiado tarde para apreciar las cosas innovadoras. Molaría ser capaz de abstraerte tanto como para pensar que has vivido en la época en la que se escribió cada libro.

Saludos.

 
At 8/2/08 11:24 p. m., Blogger la cocina de frabisa said...

Chica, remueves mi conciencia, mejor dicho mi mala conciencia. Hace un par de años, alguien muy especial para mí, me regaló un ejemplar precioso de La Regenta y para más señas, me lo compró en una librería de viejo de Oviedo. Aún no lo he leído (siempre tengo tanto pendiente de leer). Ahora te leo y recuerdo mi deuda lectora y me flagelo (solo un poco, pero sí). Habré de solucionarlo en breve.
Tu reflexión es muy acertada, todo cuanto hagamos o digamos estará marcada por nuestro particular prisma, condicionado por nuestras vivencias, nuestros pensamientos, eso lo hace único. Por eso no hay verdades absolutas, sólo medias verdades, la nuestra.
¿Originalidad en literatura? Todos y cada uno de los libros que hay, son únicos, por tanto originales. Otra cosa es que sean mágicos y sobrevivan en el tiempo a sus autores, eso es mucho más difícil. Un besazo.

 
At 9/2/08 10:21 a. m., Blogger Lyra06 said...

MayWarner: Muchas gracias por las recomendaciónes, en cuanto tenga un rato echaré un vistazo y me decidiré por alguna. :D

Fabrisa: Me encanta que me regalen libros y sobre todo si son en ediciones bonitas. Pero, con todo respeto hacia esa persona que te lo haya regalado, es que no puedo con la Regenta. Es un libro que me mató, aunque sé que es importante.

Gracias por leerme las dos :D

 
At 9/2/08 11:24 a. m., Blogger Ana Vázquez said...

Ya sabes que lecturas más o menos me gustan así que no las pongo. En un blog es difícil no escribir de ti y aunque cambies en la persona en la que lo escribes los lectores seguirán pensando que es una historia sobre ti: ya sea una paranoia o una historia real. Yo creo que quedan muchos relatos originales aún por contar, entre todo el mundo hay demasiada imaginación como para escribir historias magníficas, no es cierto aquello de que "El Lazarillo" o "Harry Potter nos han quitado las ideas. Aún quedan muchas más que irán surgiendo con el tiempo.

 
At 9/2/08 12:12 p. m., Blogger Eduardo Arias said...

Ay, la originalidad, corazón. Casi nada. Vaya dedo que has metido en qué llaga.
De mano, te diré que es un concepto relativo, como ya sabrás. Y que cuanto más sepas, menos hallarás. Pero por fortuna, hay tanto escrito, dicho, filmado, pintado, esculpido, edificado, compuesto, etcétera, que necesitarías miles de vidas para paladearlo todo.
Es verdad que a veces hay temporadas en las que parece que todo está visto, leído u oído. Pero es pasajero. De repente, surge lo imprevisto, lo maravilloso. Y a tus años lo sabes ya muy bien.
Besines varios.

 

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