Este es el post 100 de mi blog (aunque calculando el tiempo que lleva abierto debería tener más) y el último post que voy a escribir en más de un mes. Y eso es así porque esta semana comienzan las verdaderas vacaciones.

El jueves cogeremos un bus para ir a ¡Francia! Es un viaje de estudios que todos sabemos que es la única recompensa que nos dan y nos darán por habernos hecho sufrir cuatro años enteros con el francés. Pero es que merece la pena y vamos a aprovecharlo muchísimo. Sobre todo cuando le diga a mi profe que: ¡el año que viene no cojo francés!

Iremos a Poitiers, al parque de Futuroscope, ¡y luego a París! Al Louvre, a ver la Mona Lisa (lo que he insistido para ir), a EuroDisney, el parque de Versalles, la capilla Santa, la catedral de Notre-Dame (el jorobado es posible que lo llevemos nosotros...), la Basílica del Sagrado Corazón, el Arco del triunfo... y como no ¡la Torre Eiffel!

A parte de todo esto, es la gente que va, ¡somos los supervivientes del francés! Toda la gente que ha caído y lo ha dejado ha quedado atrás. Si es que nos merecemos un premio como este. 26 chicas y 10 chicos, no está descompensado, qué va.

Y al final del folleto con la guía de todo el viaje: foto de grupo y ¡foto de habitación!

Seguimos, a finales de la semana que viene (6 horas después de haberme bajado del bus de vuelta de Francia tras unas 16 horas de viaje) me subiré en un avión con rumbo a ¡Irlanda!

Un mes en tierras irlandesas, aprendiendo inglés (esto es una ventaja colateral) y viendo, haciendo y aprendiendo todas las cosas que llevo ya unos cuántos años insistiendo en hacer. ¿Lo mejor? Que no voy con mis padres, ¡qué me voy yo sola (bueno, con gente de mi edad)! Bueno, creo que lo mejor, lo mejor, es que es Irlanda y que Bono vive muy cerca de donde yo me quedo (sí, tenía que decirlo, lo siento...).

Así que todo el que quiera contactar conmigo de la próxima semana hasta finales de Julio, o a París o a Bray, condado de Wicklow. ¡Felices vacaciones!

Hace ya bastantes años (muchos teniendo en cuenta la edad que tengo) que leí por primera vez "La Materia Oscura", una trilogía de Phillip Pullman que casi me fue obligada a leer por la insistencia de un amigo que no cesaba de repetir que cada vez que cogía ese libro y leía algo del personaje me leía a mí, con mis elecciones, mis respuestas y sobre todo, con mi carácter.

A pesar de que la protagonista de ese libro tiene 11 años y yo tenía poco más de 8 cuando lo leí por primera vez, yo también me vi reflejada en ese libro hasta un punto en el que aún hoy con la de libros que tengo por detrás, siguen siendo mis libros favoritos, que en realidad es una gran historia.

No sé a quién le oí decir una vez (o tal vez lo leí) que los libros son verdaderamente buenos cuando eres capaz de crecer con ellos. Sé que cuando leí aquel libro tan sólo vi las aventuras de una niña que me encantó desde el principio precisamente porque la veía parecida a mí, pero sé que cuando lo leí por segunda vez vi algo más y que la tercera y última vez que lo leí el año pasado vi muchísimo más: crítica social, a la corrupción, la falsedad...

La historia de mi "nick" (que ya casi es un nombre de pleno derecho, porque lo uso más que el nombre del DNI) viene de esos libros. Cuando mucha más gente a mi alrededor empezó a leer esa historia, a veces por voluntad propia y a veces debido a una constante insistencia por mi parte y volvieron a repetir lo que ya se había dicho antes: que mi forma de ser era muy parecida a la de Lyra, que yo hacia lo mismo, que yo me metía en líos como Lyra, que yo investigaba cosas que tal vez no debiera saber como Lyra, que yo siempre quería llegar al fondo de todo porque cuando descubrí algo quería saberlo todo (y no siempre por cotilleo)... Bueno, aún hago todo eso.

Entonces alguien empezó a llamarme Lyra. Y otro alguien le copió, hasta que ha llegado un momento en el que soy presentada a los demás como Lyra y tan sólo unas pocas personas que están acostumbradas a oír mi nombre (por ser compañeras de clase etc.) me llaman de otra forma.

Por eso, cuando hace unos meses me enteré de que estaban haciendo una película basada en los libros, me pareció bastante mal porque los directores de cine tienen la mala costumbre de estropear todas las novelas que me gustan cuando las pasan a la gran pantalla, y en este caso es algo especial.

Pero tras haber visto a los actores (excepto Lyra, que no pega mucho físicamente) y acabar de ver el trailer oficial puedo decir que tengo muchísimas ganas de que llegue diciembre y pueda ver, por fin, la historia con mis propios ojos.

El nombre que han usado para la película "The Golden Compass" (la brújula dorada) es el título de la versión americana, aquí debería ser "Luces del norte". Recomiendo la trilogía para sufrir la espera hasta diciembre.

Por fin es domingo (ya ni siquiera vale la idea del viernes). La semana tan estresante y larga se ha acabado y, por alguna extraña razón, quiero que vuelva a ser miércoles.

Entre otras cosas para volver a hacer el examen de mate algo mejor... aunque siempre hay cosas relacionadas con las matemáticas (y con sus profesores, y con los hijos de sus profesores...) que llegan a sorprender.

El miércoles fue el décimo aniversario de mi instituto y hubo una ceremonia bastante sencilla pero que quedo muy bonita y muy emotiva (jo, que se nos va Sara...). Sobraba un poco el discurso del Consejero de Educación cuando ya estábamos todos cansados de esa posición (ya podían habernos dado sillas con respaldo a los músicos lalala). Pero de todas formas fue un momento único y a pesar de que a mi todavía me quedan dos años (lo sorprendente es que no me dé pena, sino que me encante) más les vale continuar con la tradición que acaban de inaugurar.

Enlace a los artículos de los periódicos de La Nueva España y La Voz De Avilés para esa noticia (gracias a Pablo por ponerlas en la web porque estaba volviéndome loca para encontrar algo). A ver si paso un DVD para que me graben todas las fotos y los vídeos y cuelgo aquí alguna bonita (en la que destaque mi flauta azul, que fue el shock total).

Y el jueves llegó lo que yo más temía (que no, no era el examen de historia de la música): la obra de teatro. A partir de ahora intentaré evitar llevar tacones durante muchas horas seguidas cuando esté nerviosa, porque la estabilidad es muy mala. Como el jueves no era suficiente para nosotros se repitió el viernes.

La verdad es que ha sido una experiencia única y que a pesar de los fallos (unos por aquí y otros por allá nos saltamos varias cosas) fue realmente genial ver que la gente se reía y disfrutaba con algo que nos ha costado tanto trabajo. Creo que estaba allí la mitad del profesorado del instituto, la mitad de nuestra familia y todos nuestros amigos (todos los que viven aquí, claro). ¡Y las felicitaciones fueron constantes!

Para acabar con la semana cena ayer a lo friki total (y eso que no probamos ni una gota de alcohol y estábamos completamente desfasados) los de teatro, el editor de sonido (vamos, Pablo, era por darle categoría al trabajo en la obra...) y otro montón de gente que no sé porqué se acopló de buena manera. ¡Faltaba el director! ¡Ese Alberto!

Jo, que me felicitó hasta Corderito y el guitarrista. Esta semana no se va a olvidar nunca (sobre todo porque no quiero ni pensar en la cantidad de fotos que debieron de hacernos entre los dos días y el aniversario), ¡y además todos (paréntesis para mate) los exámenes bien! Mañana biología y adióóóóós. ¡10 días para Francia!

Ahora lo más gracioso es ver a mi hermana pequeña que se para en mitad del pasillo, se queda seria y grita "¡Ojo, no te estafen!" sacándose los bolsillos del pantalón para echarse a reír ella sola.

Ayer, cuando estaba a punto de volverme loca por haberme pasado todo el fin de semana metida en casa estudiando durante horas y horas, me invitaron al cine para olvidarme un poco de todo. A pesar de que tal vez no debería haber ido, fui a la última sesión (la de las 10, vamos). Qué sueño tengo ahora.

No había nada muy interesante (Piratas del Caribe III ya la vi, por supuesto) y la película de Nicole Kidman que tenía buena pinta, después de leer la sinopsis tenía pinta de ser un aburrimiento. Y claro, por mucho que yo quiera a Nicole no estaba como para ver películas profundas de esas de pensar.

Así que decidimos ir a ver la típica película que no te hace pensar porque son todo peleas, batallas y gritos de la chica en apuros (¿para cuándo una película de heroínas que vayan más tapaditas que Catwoman? Porque esa precisamente echaba más tabúes sobre el asunto): SpiderMan III. O lo que viene siendo, el hombre araña (que lo hacen para que aprendamos inglés, por supuesto...).

La uno estaba bien. La dos era bastante aburrida. Pero la tres es una comedia. Sí, se supone que es una pelí de acción pero es mentira, es una COMEDIA. Te ríes más que en las comedias de verdad.

Creo que en la realización de esa película (principalmente, aunque también de sus antecesoras) habría que revisar algunos currículos. La primera revisión sería para la persona que realizó el casting: ¿Tobey Maguire? A parte de tener nombre de perro, no pega nada de nada con el papel, porque se supone que Spiderman es guapo, fuerte, etc. Y este tiene una cara de tonto que no puede con ella (sobre todo cuando se pone a llorar, que sí que parece un perro al que le han pisado la cola). Ponerse a pensar que lo querían para el papel de Will Turner en Piratas del Caribe...

Y a la misma persona que realizó el casting: ¿por qué habéis cogido a una rubia (Kirsten Dunst) para el papel de una pelirroja, con lo cual la habéis teñido y a una pelirroja (Bryce Dallas Howard) para hacer de rubia con lo cual también la habéis tenido que teñir?

Pero da igual, a parte de todos los errores al contratar a los actores, lo mejor son los momentos en que quién sabe porqué a nuestro encantador Peter le da por ponerse a bailar por la calle y las chicas se le quedan mirando como si hubieran visto a Brad Pitt en ropa interior. Eso, no es realista. Ya sé que no es realista que te muerda una araña y acabes teniendo súper poderes, pero si haces eso en la vida real por la calle viene uno, te da dos leches y las tías se ríen de ti. Y punto final de la historia.

Sin embargo, el que se va a llevar el Oscar por esta película es el guionista. Breve ejemplo:

(La abuela contándole a Peter cómo su marido le pidió matrimonio):

- Estábamos en la playa y me dijo "nademos hacia la isla" y yo le dije que sí. Cuando estábamos allí me dijo "cierra los ojos" y yo lo hice y luego me dijo "ábrelos" y yo lo hice. Y allí estaba el anillo. Le dije que no. Pero luego le dije que sí. Yo quería decirle que sí pero al principio le dije que no.

Eeeeeh, un gran aplauso por la coherencia y el diálogo nada estúpido. Así dos horas y media con momentos muy, muy buenos (de risa digo) como las llamadas de la secretaria al jefe de Spiderman, que creo que es la mejor escena de toda la película.

Eso sí, los efectos especiales de 10. Me desestresó mucho reírme tanto en el cine. ¡Y ahora a estudiar otra vez que empieza el maratón de esta semana! Id a ver esta película si queréis pasar un buen rato (largo) pero no si os gusta el cómic porque seguramente saldréis querriendo matar a toda la producción de la película.