27.7.07

Don´t Say It´s Over

Todos los comienzos son difíciles. Con todos los problemas que tuve yo al principio de mi estancia en Irlanda, el viaje entra en la definición de "comienzos difíciles".

En mis primeros días allí fuimos al TESCO, que es un supermercado gigante con un sistema de pago que me tiene enamorada ("Insert cash or select pay with card") y que he visitado mucho, donde lo único que yo realmente ví fui el álbum Ten Feet High de Andrea Corr.

Empezando a gastar dinero (de eso que empiezas y no acabas). Tuve que esperar casi una semana más para poder escucharlo desde que lo compré y aunque finalmente ni el diseño del álbum ni el álbum en si me ha encantado, tengo la extraña ilusión de haberlo comprado en Irlanda.

Tan sólo dos canciones a destacar. Una porque me encanta la letra y la sencillez del piano a pesar de que sea muy triste sobre todo para los que sabemos de qué va. Y la otra simplemente porque me recuerda a mi Bixito y le echo mucho de menos ¡y odio a las malditas becas del ministerio por habérmelo mandado tan lejos!. Además estoy un poquito celosa porque él sigue allí (pero con cariño).

No sé si recomendar el disco (la verdad es que yo me lo compré porque después de todo sigo siendo una friki sin remedio de The Corrs y qué se le va a hacer... Esté en el país que esté soy así) pero yo siempre lo recordaré por haberlo comprado allí.



Take Me I´m Yours (Bixito te quiero, cuídate)




Ten Feet High (otra historia de finales)

Esta es una foto muy graciosa que saqué en un "pueblecito" llamado Dùn Laoghaire (no hemos llegado a ciencia cierta a una conclusión acerca de la pronunciación del nombre) de una tienda de ropa que me hizo mucha gracia. Paranoias mías.


26.7.07

Paris, je t´aime

A finales de junio y nada más acabar las clases me fui a Francia como ya puse por aquí hace más de un mes. Era la recompensa que nos daban en mi instituto por cuatro años estudiando francés, que en muchas ocasiones resultaron un horror. Pues bien, ¡el viaje no fue para nada un horror!

Hasta las 16 horas de autobus para llegar hasta Poitiers merecieron la pena, donde pasamos la primera noche y vimos un espectáculo de luces y sonido en el parque de Futuroscope, al que fuimos al día siguiente y del que conservo muy buenos recuerdos.

La verdad es que tengos todos los recuerdos del viaje a Francia liados y no soy capaz realmente de recordar que hice cada día pero por ahí tengo el folleto donde lo pone (quién se pone ahora a buscarlo con el desastre de habitación que tengo en estos momentos). De todas formas, voy a intentar destacar los mejores momentos y las mejores cosas.

Una es el hotel del plástico que olía a plastilina, en el que todo era de plástico pero olía a plastilina. Una experiencia a recordar si olvidamos que siguiendo esta regla la comida tamién olía a plastilina y sabía a algo muy poco concreto. Claro que la comida también es algo que nunca se olvidará... esos postres a los que le dabas la vuelta y no se caían, esa comida de forma y color conocido pero sabor indescriptible. ¡Menos mal que llevamos productos ibéricos!

Otra es nuestra habitación del hotel, con el baño de medio metro cuadrado también todo de plástico (al parecer está muy de moda en Francia) que tenía una pinta de baño de caravana que no podía con ella, y nuestros vecinos de puertas: ¡los chicos y las chicas! Que no se podía irse a la habitación del de al lado... claro que no, ¡para eso venían ellos! Pero fuimos buenos y no nos llamaron la atención (a nosotros en concreto claro). También destacar las literas que no estaban bien agarradas a la pared y el super enchufe que se convirtió en seis. Y mis compañeras de cuarto, Ana y Alu, ¡cómo os quiero chicas!

París, una ciudad muy bonita. Probablemente la ciudad más bonita y más grande que haya visto nunca. Por ella he cometido el suicidio de volver a estudiar francés el año que viene. Me encantó el barrio bohemio y todos los museos y por fin cumplí mi ilusión de ir al Louvre y ver la Mona Lisa y todos los cuadros de Leonardo Da Vinci. Por no olvidar los Starbucks de por el camino. Fue increíble.

Y por último, la cosa principal a destacar de ese viaje: ¡Mini Choni! Vamos, la pequeña Inés que resultó una niña encantadora con la que pasé mucho tiempo en el viaje y con la que tengo la mayoría de las fotos en las que salgo guapa. Será que todo se pega de esa nena. ¡Recibí su postal de Roma y espero que ella haya recibido mi postal de Dublín! ¡Hay que quedar!

La foto con las tres nenas que yo más quiero de ese viaje, aunque hay otra mucha gente que no se puede quedar fuera del tintero y que espero colgar cuando tenga alguna foto de grupo (¿por qué yo nunca me acuerdo de sacar fotos de grupo?).

De izquierda a derecha: Alu, Inés (Mini Choni), yo y Ana.

Coming back

Ya estamos aquí otra vez. Reinicio del blog después de más de un mes de descanso. Me gustaría poder decir que me alegra volver a estar en casa, ¡pero es que no es así! ¡Qué yo no quería volver! ¡Qué yo me quería quedar en Irlanda!

Es muy agobiante que cuando mejor te lo estás pasando, cuando ya tienes un montón de amigos, cuando ya te has acostumbrado a los horarios (ahora son las 6 y quiero cenar... y a las 12 quiero comer) y adiccionado al té con leche en vez de al café y a la mantequilla en todo tipo de comidas..., ¡te tengas que volver!

La primera semana fue muy dura y Aida me dijo y me prometió que luego no querría volver y le dije algo como "claro que querré volver, cómo no voy a querer". Si hubiera sido una apuesta habría perdido. ¡Qué yo no quería volver! ¡Jo!

Ahora me queda recopilar todas las fotos que tenga todo el mundo (mi cámara de fotos a la que yo tanto cariño le tenía no pudo sobrevivir al cambio de viaje de Francia a Irlanda tan rápidamente y nos dejó... como consecuencia ahora todos me tienen que pasar sus fotos, ¡quiero recuerdos! ¡quiero recuerdos!).

Mientras vamos contentándonos con el blog de Dewey (que espero que ponga muchaaaas fotos más, que para eso las hizo) y luego me las pase todas cuando tengan título.

De aquí en unos días post cortitos con resumenes de cosas del viaje y ¡fotos! Lyra de nuevo aquí, sin olvidar para nada Irlanda y con mucho sueño por pasar una noche entera en el aeropuerto.

¡Vuelta a la rutina y vuelta al trabajo desde hoy! Pero que asquito...